martes, 17 de abril de 2007

De mi Período de Gestación



***LA CAVERNA***

Aquí donde la felicidad nos abandono, y nos dejo escabullidos entre almohadones de aire oscuro, ahogándonos de frío, aquí nos desolamos por nuestras propias lagrimas, ella se fue y todo esta tan oscuro, nadie puede verse las caras, así podemos llorar desconsoladamente porque ya no tenemos vergüenza, nadie puede intimidar nuestras expresiones, y valla que expresiones nos cautivan, ¿como podremos resistir la tristeza y contener las lagrimas si la alegría no piensa regresar? No podremos jamás sentir consuelo alguno, porque en la oscuridad seguimos y seguiremos perdidos. Nadie escuchara nuestros gritos, todos gritan y nuestros alaridos son solo ya un gran ruido gigante, uniforme y aterrorizante, es imposible distinguir gritos en especial, solo contribuir con el sonido del dolor, así nos aterrorizamos de nosotros mismos, y ni siquiera tenemos a mano alguna que otra silenciosa arma blanca que termine amablemente con esta vida insostenible, pero aseguro que si la tendría no dudaría ni por una milésima de segundo en arrojar mi cuerpo al abismo, liberar mi alma, por siempre librarla del dolor que agota su luz.
En instantes que resultan interminables, los gritos se acobardan, terminan momentáneamente, mis pares ya no tienen fuerzas ni sentimiento para seguir gritando, esos momentos son como las noches, el silencio es más insoportable que el periodo del grito. No me atrevo a hacer movimiento alguno, ni siquiera respiro mas fuerte de lo necesario para hacer girar mi sangre, no me muevo, solo junto mis rodillas contra mi agitado y bombardeante pecho, en posición fetal…aguardo…intento meter mi cabeza entre mis piernas, aislarla de la intolerable superficie, como en las noches donde el niño se tapa con sus sabanas hasta la cabeza por temor a la oscuridad, y pronto comienza mi tortura…mi imaginación me comienza a torturar, es una enemiga mas dentro mío, invencible. No puedo pensar en otra cosa mas que en mi alrededor, todo el tiempo siento que alguien vendrá por detrás y clavara desde lo alto y con furia, con un movimiento mecánico de arriba hacia abajo para dar con mas fuerza, un hacha contra mi cabeza, entonces espero el golpe, trabo mis dientes, endurezco mi cuerpo, mas pequeña bola me hago, y el golpe no llega…y mi desilusión intenta contemplar la oscuridad buscando algún rasgo, algún vestigio de belleza, que me convenza de no ansiar la muerte, pero solo negro encuentra, así lloro, nuevamente lloro, sin darme cuenta largo el primer grito entre el silencio estremecedor, como el gallo en la mañana, hoy será un día largo, tras el mío miles de gritos contribuyen y la nube espesa de grito uniforme se adueña del lugar, si se le puede llamar lugar, no sabemos donde estamos ni donde iremos, la única triste esperanza que tenemos es morir, pero nadie es lo suficientemente generoso como para matarnos, así solo intentamos morir gritando. Gritar mientras morimos, pero el sueño abstracto no llega y temo no morir nunca.


(TOMMM, uno de mis primeros textos hace un tiempo largo)

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