Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
“SUERTE”
Junten las manos /
Húndanse en el mundo: /
Las baldosas /
El cuartito de pensión /
El vagón del tren /
Detrás del mostrador /
En la callejuela húmeda /
En la fábrica /
La oficina /
El campo. /
Se que rezan, /
Pero también/
Han de conocer la suerte. /
Rezan por su suerte /
Con la suerte de rezar./
La suerte bipolar./(TOMMM)
"Hace mucho frío, como cuando es Artaud, el muerto quien sopla."
"A Artaud"
Para que el opio /
única salvación, /
el opio sea, /
y fue /
la mierda de la evolución,/
que el cuerpo no nos traicione [más.],/
(…)nos traicionó traiciona, /
creció hacia atrás /
crece, crece, crece, no se detiene, tengo tanto temor, /
la piel, el hígado, el engaño, /
el hígado engaño /
la piel engaño /
y /
¿dónde está el ser? /
tal vez detrás, /
solo tal vez, /
imaginen detrás,/
no pueden, son piel, son opio, /
son detrás /
pero de este lado. /
(TOMMM)
Fui un héroe (de estos tiempos), Hasta que de lejos, Me vio llorar del cielo Tres lágrimas. De allí, Es de donde lloran los idiotas, Si, somos, tan, fuimos, idiotas, Que no se hasta donde Mojan nuestras pieles.
Más impredecible que el mal, Es el color amarillo, Que en los peligros del esplendor Forja montañas De siete mil metros Que nos miran desde abajo, Si… Los idiotas somos más altos.